En fín... ¡Otra de las grandes singladuras, que recordaremos mucho tiempo! Por la duración, 10 días, por la belleza de todo el trayecto, por las dificultades que se presentaron y fueron superándose con éxito y, muy especialmente, por el equipo humano de tripulantes que resultó inmejorable.
La travesía desde Mataró a Menorca fue, en general, buena salvo algunas cosillas. La primera, la ausencia de viento y la presencia de un mar revuelto no indicado en las predicciones meteorológicas, de ola baja pero bastante mareante que indispuso a parte de la marinería. La segunda tuvo mas sustancia... aunque la aguja marcaba lleno el barco fue entregado con el depósito más o menos por la mitad. Esto lo dedujimos a posteriori, después de días observando el comportamiento de la dichosa aguja. ¿Consecuencias? El combustible se acabó antes de arribar a Menorca. Menos mal que el mar se encontraba plácido y arrancó una ventolina del norte que nos permitió navegar a vela las 4 últimas horas. Finalmente entramos a repostar sin contratiempos en Ciudadela, aprovechando los últimos litros de gasoil que habíamos reservado para tal fin.
Los dias posteriores nos sumimos en el placer absoluto que son las calas del Sur de Menorca. Especialmente celebradas fueron las de Trebaluger, cuyo humedal con patos y demás bichos recorrimos en la zodiac y, cómo no, Cales Coves, donde conocimos a Salvador, su ermitaño agostero.
Una rolada del viento, a componente sur, nos permitió dirigirnos a la cara norte, que hizo también las delicias de toda la tripulación. Y desde esta posición empezamos a definir la estrategia para afrontar la que se nos venía encima en los días siguientes... un ¡fuerte temporal de Tramontana!, que afectaría a las Baleares, especialmente a Menorca. La imagen de la previsión para el día 31, con Fuerza 6 en toda la zona resulta suficientemente esclarecedora.
Tras la primera opción de volver corriendo a refugiarnos en las costas catalanas, al final decidimos una segunda vía: dirigirnos a Mallorca con el viento de popa para aprovechar, desde allí, un pasillo de vientos y olas aceptables que se formaría entre Mallorca y la península durante unas 20 horas el sábado día 1. Resultaba un poco arriesgado, pero la jugada salió finalmente bien. Convenientemente preparado el barco y la tripulación, afrontamos la travesía sin contratiempos, a pesar de las olas de casi 3 metros y los chubascos con los que tuvimos que lidiar las primeras horas al abandonar Mallorca.
Como anécdota que añadió un poco de leña a la preparación de la travesía, volvimos a encontrarnos con un... ¡atasco del tanque de aguas negras! (en román paladino, el "tanque de mierda"). ¡Y ya va el cuarto en nuestras singladuras! Quizás debamos cambiar la dieta a bordo, porque empieza a haber "gato encerrado". Lo paliamos haciendo uso de la "máquina absorbe-mierda" con la que cuentan todos los puertos... y nos ahorramos más detalles escabrosos en torno al tema, que vive dios que los hubo.
Para que quede para la memoria colectiva, ahí va una relación detallada de los lugares visitados:
Día 1: Llegada al barco, compra y estiba.
Día 2: Travesía Mataró-Ciudadela (Menorca)
Día 3: Cala Son Saura, Cala Macarella, Cala Trebaluger (Sur de Menorca)
Día 4: Cales Coves
Día 5: Cala Rambla (Este de Menorca), Bahía de Fornells (Norte de Menorca)
Día 6: Cala de Cavallería, Cala Pregonda, Cala Algaraiens
Día 7: Travesía a Mallorca, Porto Colom (Sur-este de Mallorca) (Empieza el Temporal de Tramontana)
Día 8: Cala Es Cargols, Cala Blanca (Sur-oeste de Mallorca)
Día 9: Port Andratx, Inicio de la travesía hacia la península
Día 10: Llegada a Mataró. Desestiba y recogida del barco.
Pero, como siempre, lo mejor de todo fue los amig@s con los que navegamos. El "buen rollo" que siempre reinó a bordo, incluso en los momentos difíciles. La buena disposición de toda la tripulación en hacerle las cosas fáciles a los demás, las charlas y los muchos momentos divertidos que la buena compañía nos hizo disfrutar.
Ahí dejamos unas fotos, como recuerdo gráfico del viaje, no sin antes agradecer su apoyo a mi buen amigo Juanma. Compañero de diversas aventuras marineras, no dejó de ofrecernos soporte remoto de información meteorológica que resultó determinante para afrontar el temporal.
Muchas cosas han evolucionado en sólo 8 días, desde el anterior mensaje. Por un lado, el equipo náutico se encuentra definitivamente conformado, y todos han abonado ya su parte (que es, obviamente, la manera de conformarlo ;-) . Ha habido una sustitución, Francis se nos dió de baja, y en su lugar viene María, una amiga con ya bastante experiencia náutica. Es un equipo marinero fantástico, tanto por la calidad humana, como por la experiencia náutica.
El barco es un verdadero BBB (Bueno, Bonito, Barato). Se ve que la crisis surte efecto, y la verdad es que he recibido muchas ofertas de muchas empresa a precios muy razonables. Al final, el seleccionado es un Bavaria 38, de 3 camarotes, muy amplio y, además, casi a estrenar para alquiler, pues es de un particular que lo acaba de ceder a la empresa que lo alquila. Está cuidadísimo, cuenta con todo tipo de equipamiento, y espero que nos sintamos realmente cómod@s en él. La empresa ya es una conocida nuestra, pues le alquilamos uno en el 2008, y ofrece muchas garantías. Por cierto, se encuentra en el puerto de Mataró, que es un lugar muy cómodo gestionar el embarque, hacer la compra, aparcar el coche, etc....
Además.... ¡por el mismo precio nos han dejado embarcar el día anterior! es decir, el viernes 24 por la tarde. Aún habrá que ver si todo el mundo puede llegar ese día, pero sería fantástico, pues zarparíamos la misma noche del 24 y disfrutaríamos de un día extra en Menorca.
Como una imagen vale más que mil palabras, ahí dejo no una, sino seis del barco en cuestión. Las fotos me las acaban de pasar y están recién hechas. Se puede apreciar perfectamente lo flamante que está "el bicho"...
Comenzamos a preparar esta que será casi nuestra única singladura del año, aparte de algunas aventurillas náuticas acaecidas en primavera y relacionadas con una casi consumada adquisición de un velero. Una temporada extraña esta de la crisis. A ver si el otoño nos depara alguna sorpresa adicional.
La elección, por decisión mayoritaria, recae de nuevo en Menorca. En fín, es una isla, como cualquiera de las Baleares, a la que no importa volver una y mil veces. La fecha: última semana de agosto, embarcando el sábado 25 a mediodía, y dejando el barco el domingo 2 de septiembre, por la tarde. El puerto más probable de salida: Barcelona. Y de plan de viaje: hacer la travesía hasta Menorca, rodear la isla deleitándonos en sus fantásticas calas, y regresar de nuevo a Barcelona.
El equipo, de momento lo conformamos 6 personas:
Inma
Eugenia
Juli
Francis
Rafa
Luis
La mayoría somos navegantes experimentados, y como nóveles se estrenan Eugenia y Francis. Procuraremos hacerles lo más grato posible su llegada a la vida marinera.
El barco aún no está contratado. Como es nuestra costumbre, no lo hacemos hasta que todos hemos pagado el importe básico del viaje. Confiamos en que el alquiler del velero nos salga algo por debajo de los 500 Euros por persona. Lógicamente, intentaremos que sea lo más económico posible. A ello habrá que añadir después unos 100 Euros de gasto en comida y combustible. Por tanto, todos de momento aportaremos 500 Euros, y después iremos ajustando cuentas.
Por último, y para cerrar cuestiones económicas, recordar a todos el tema de la fianza. Como es habitual cuando se alquila algo, todas las compañías exigen una fianza. Suele ser de 1500 ó 2000 Euros que retienen en una tarjeta de crédito y que es anulada al dejar el barco y comprobar que todo está en orden. Por supuesto, el participar en el viaje implica el compromiso de que si hubiese cualquier percance y la compañía retuviera alguna cantidad de esa fianza, la abonaremos dividiéndola entre todos. Con independencia de quién generosamente haya facilitado su tarjeta de crédito.
Cuando tengamos el barco, publicaremos aquí detalles del mismo, puerto exacto de embarque, hora, etc.. En fín, id preparando la crema solar, y las gafas de bucear, porque nos vamos..... ¡A NAVEGAAAAAAR!
Y para concluir de "calentar el ambiente", ahí dejamos una fotito de nuestro barco amarrado en Cales Coves, en uno de nuestros pasos por Menorca: